Sin duda, una poderosa iniciativa. En el momento en que los gobiernos se hacen de palabras fuertes, cada vez más duras y de muros impenetrables, los ciudadanos -más tolerantes que sus gobiernos electos- buscan hacerse escuchar si no a través, al interior de las murallas mediáticas que sus gobiernos han construido.
Puede sonar ingenuo, pero es poderoso porque al final de cuentas son esos ciudadanos los que eligen a sus gobernantes, los que pagan los impuestos que sostienen sus instituciones. Mientras más apoyo pueda mostrar, harían bien los asesores de esos gobernantes en alertarles del enorme malestar interno que el iniciar una guerra podría generar, en vista de que el peso externo parece importarles poco.
El resultado de una guerra solamente los preparará para la siguiente, otorgando mayor poder a los grupos más radicales; el resultado de prevenir un enfrentamiento fortalecerá el entendimiento, poniendo en evidencia a todos aquellos no interesados en buscar la paz y librando a una g…